Sobre Reiki

Reiki es una terapia energética para cualquier persona que busque recuperar su bienestar, equilibrio y armonía, independientemente de su edad o condición física:

  • Personas con estrés, ansiedad o agotamiento emocional.

  • Quienes enfrentan duelos, rupturas o pérdidas y necesitan apoyo emocional.

  • Adultos y jóvenes que buscan autoconocimiento, relajación y claridad mental.

  • Personas con dolores físicos leves o graves, tensión muscular o fatiga crónica, como complemento a tratamientos médicos.

  • Cualquier persona interesada en equilibrar su energía, mejorar su salud y potenciar su bienestar integral.

Beneficios de recibir Reiki

Reiki actúa sobre la energía vital del cuerpo, ayudando a restaurar la armonía entre el cuerpo físico, mente, emociones y espíritu.

El Reiki es una terapia energética complementaria que busca armonizar el cuerpo, la mente y las emociones mediante la canalización de energía Univerval-Divina a través de las manos. Aunque no sustituye los tratamientos médicos, muchas personas que atraviesan enfermedades críticas o graves encuentran en el Reiki un apoyo valioso para su bienestar integral durante momentos de alta vulnerabilidad.

En situaciones como cáncer, enfermedades autoinmunes, problemas cardiovasculares, dolor crónico o recuperaciones difíciles, el Reiki puede actuar como un puente de recuperación, calma y alivio al dolor, favoreciendo una regeneración integral de los cuerpos físico, mental, emocional otorgando además un estado interior de paz, armonía que contribuye al proceso global de sanación.

  • Reducción del estrés, ansiedad y tensión.

  • Relajación profunda y mejora del sueño.

  • Liberación de bloqueos emocionales y sensación de paz interior.

  • Mayor claridad mental y enfoque en la vida diaria.

  • Potenciación de la energía vital y vitalidad física.

  • Apoyo en la recuperación emocional tras duelos, rupturas o situaciones difíciles.

  • Estimulación del autoconocimiento y crecimiento personal.

  • Apoyo en problemas de salud críticos y/o graves

Sus beneficios incluyen:

1. Profunda relajación y reducción del estrés
El estrés y la tensión emocional pueden intensificarse durante una enfermedad grave. El Reiki ayuda a llevar el cuerpo a un estado de descanso profundo, lo cual facilita que el organismo recupere energía y se estabilice internamente.

2. Alivio subjetivo del dolor y mayor confort
Muchas personas reportan una sensación de alivio, calor o distensión en áreas afectadas, lo que puede mejorar su calidad de vida en etapas de tratamientos agresivos o fases de dolor persistente.

3. Fortalecimiento emocional ante el miedo y la incertidumbre
El Reiki suaviza estados de ansiedad, angustia o tristeza, aportando claridad mental y serenidad en momentos en los que las emociones suelen intensificarse.

4. Apoyo durante tratamientos médicos intensivos
En terapias como quimioterapia, radioterapia, cirugías o intervenciones complejas, el Reiki puede ayudar a las personas a transitar mejor los efectos secundarios, manteniendo mayor equilibrio interno.

5. Sensación de conexión, esperanza y acompañamiento
La energía del Reiki no solo trabaja sobre el cuerpo; también ofrece un espacio de presencia, contención y luz que muchas personas describen como un “respiro” en medio de la adversidad.

6. Mejora del descanso y recuperación
La relajación profunda facilita el sueño, la regeneración y la regulación del sistema nervioso, elementos clave en cualquier proceso de recuperación física.

Reiki como complemento en la sanación integral

Si bien el Reiki no reemplaza tratamientos médicos, sí puede convertirse en un recurso poderoso para acompañar el camino de sanación de una persona: apoyando su estado emocional, fortaleciendo su energía interna y creando condiciones más favorables para que el cuerpo responda mejor tanto a la medicina convencional como a su propio potencial de recuperación.

El Ideograma

El simbolismo de Reiki
La palabra Reiki puede escribirse con ideogramas japoneses que, lo mismo que ocurre con los guarismos romanos, no expresan letra ni sonido, y sí una idea. Según el contexto pueden ofrecer varias lecturas, con los siguientes significados:

1. Lluvia maravillosa de energía vital.
2. Lluvia maravillosa que da vida.
3. La idea de algo que procede del cosmos y que, en su encuentro con la Tierra, produce el milagro de la vida.
4. Lluvia maravillosa que produce el milagro de la vida.
5. La comunión de una energía superior con una de orden terrenal, aunque se pertenecen mutuamente.
6. Una energía maravillosa que se encuentra por encima de todas las demás, y que también está en usted y que usted pertenece a ella.

En algunos casos, este ideograma se encuentra reforzado con pequeñas formas que representan granos de arroz, que simbolizan la vida.

El color simbólico de Reiki es el verde, que es el color de la sanación así como del amor. Guarda relación con el chakra cardíaco, responsable de nuestro amor incondicional y del sistema inmunológico. Sus ideogramas se realizan en dorado, ya que es el color cósmico. Reiki es luz que nos lleva de regreso a la gran luz.

El bambú, Reiki tomó de la naturaleza como símbolo el bambú, que en su simplicidad, resistencia al viento, vacío, rectitud y perfección, puede representar el funcionamiento de la energía.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es energía Universal?

La Energía Universal circula constantemente a través de nosotros, conectando nuestro cuerpo físico con los planos mental, emocional y espiritual.

La energía universal es la fuerza vital que fluye a través de todo lo que existe: seres humanos, animales, plantas, el aire, el agua y el universo mismo. Es la energía que mantiene la vida, conecta a todos los seres y permite que los procesos naturales y espirituales ocurran.

En muchas tradiciones, se le conoce con distintos nombres: Prana en la filosofía india, Chi o Qi en la medicina china, o simplemente como la energía de la vida.

¿Qué es la energía vital?

Nuestro cuerpo, mente y espíritu funcionan gracias a la energía vital, la cual nos permite trabajar, pensar, sentir y realizar todas nuestras actividades diarias.
Sin embargo, esta energía es limitada: la gastamos constantemente y solo se recupera parcialmente con el descanso, la alimentación, la naturaleza y la luz solar.

Cuando no logramos recargarla por completo —debido al estrés, al cansancio o a las emociones intensas— nos sentimos agotados y desequilibrados. Por eso es tan importante aprender a cuidar y restaurar nuestra energía para mantener el bienestar integral.

¿Qué es Reiki?

El Reiki es una práctica de sanación que canaliza energía universal para liberar bloqueos emocionales y promover salud y armonía.

Reiki, técnica Japonesa de canalización de energía a través de las manos. La palabra Rei (universal, sin límites) Ki (energía vital).

La práctica de transferencia de energía viene de tiempos muy remotos. Es la energía de la cual han hablado muchas filosofías y culturas, con nombres como Prana de los hindúes, Mana de los Kaunas, Energía bioplásmica de los investigadores rusos y Chi de los chinos.

¿Quién puede beneficiarse de Reiki?

El Reiki es una terapia energética para cualquier persona que busque bienestar, equilibrio y armonía, actúa sobre la energía vital del cuerpo, ayudando a restaurar la armonía entre mente, emociones y espíritu:

  • Personas con estrés, ansiedad o agotamiento emocional.

  • Quienes enfrentan duelos, rupturas o pérdidas y necesitan apoyo emocional.

  • Adultos y jóvenes que buscan autoconocimiento, relajación y claridad mental.

  • Personas con dolores físicos leves, tensión muscular o fatiga crónica, como complemento a tratamientos médicos.

  • Cualquier persona interesada en equilibrar su energía y potenciar su salud y bienestar integral.

¿Qué función realiza Reiki?

Reiki, como método de canalización de energía, cumple un papel esencial en nuestra vida. Más allá de ser una herramienta de crecimiento y desarrollo personal, nos ayuda a restablecer el equilibrio de la energía vital y sutil que el cuerpo requiere para mantener su funcionamiento, regular las emociones, pensar con claridad, desempeñarnos en el trabajo y sostener nuestras funciones fisiológicas básicas.

¿Cuál es el camino de Reiki?

Reiki es un camino que permite expresar amor a través de la energía universal. Primero, cultivamos amor hacia nosotros mismos, reconociéndonos como manifestaciones de esa energía y favoreciendo nuestro crecimiento personal. Luego, extendemos ese amor hacia los demás, actuando como canales de esta energía para su bienestar y desarrollo.

Reiki

Mikao Usui.
El descubridor del método Reiki

Mikao Usui.

Mikao Usui natural de Japón, nació en Gifu el 15 de agosto del año 1865, en el pequeño pueblo de Taniai en el distrito de Yamagata. El inició a unos 2.000 practicantes en Reiki, falleció el 9 de marzo de 1926 en Fukuyama, murió de un ataque al corazón mientras impartía una charla de Reiki, precisamente en Fukuyama. Fue enterrado en Tokio donde en una lápida se describe su vida, Usui fue quien "redescubrió" el manejo de la energía universal. A su Método de armonización natural, hoy en día se lo conoce como Reiki. Durante su juventud estudió Qi Gong (chi kung), unos dicen que aprendió de sus mismos padres, otros que en un templo budista Tendai situado en el monte Kurama al norte de Kioto. Qi Gong, son una serie de ejercicios cuyo objetivo es mejorar la salud. Qi Gong, conlleva en sí la meditación, técnicas de respiración y movimientos suaves, pausados y lentos, y una concentración en el desarrollo y canalización en la energía vital, (Ki).

Mikao Usui viajó en su búsqueda del conocimiento por todo Japón, China y Europa. Estudió cuanto pudo sobre medicina, psicología, religión, filosofía, metafísica y todo cuanto tenía que ver con el desarrollo espiritual.

Mikao Usui no sólo dominaba el japonés, el chino y el inglés, sino también el sánscrito. Tiempo después regresó a Japón, donde descubrió algunos símbolos y fórmulas sánscritas en viejos sutras budistas que parecían contener las respuestas a sus interrogantes. En esos días, vivía en un monasterio en Kioto y, después de haber debatido con su abad, se dirigió a la montaña sagrada de Kurama, situada a unos veinticinco kilómetros de distancia.

Allí ayunó y meditó en soledad durante 21 días, con la esperanza de establecer contacto con el nivel de consciencia de los signos sánscritos que había anotado, para determinar la verdad de sus contenidos. Al llegar a la montaña, colocó frente a él 21 pequeñas piedras y, como una especie de calendario, arrojaba una con el paso de cada día. Durante este período, leía los sutras, cantaba y meditaba. No sucedió nada singular hasta el amanecer del último día.

Estaba todavía bastante oscuro cuando vio una luz intensa que se dirigía hacia él a gran velocidad. Se volvió más y más grande hasta que finalmente impactó en medio de la frente. Mikao Usui pensó que iba a morir, cuando de pronto vio millones de pequeñas burbujas azules, lilas, rosadas y de todos los colores del arco iris. Apareció una inmensa luz blanca y delante de él vio los conocidos símbolos sánscritos que brillaban con destellos dorados y dijo: "Sí, lo recuerdo". Ese fue el nacimiento del sistema Usui de Reiki.

Cuando regresó a un estado normal de consciencia, el sol estaba alto en el cielo. Se sintió lleno de fuerza y energía, y comenzó a descender de la montaña. En el apuro, sin embargo, se lastimó un pie. Lo tomó en sus manos durante algunos minutos, la sangre se detuvo y el dolor desapareció. Ese fue el primer milagro.

Dado que tenía hambre, se detuvo en una posada del camino y pidió un gran desayuno japonés. El posadero le aconsejó no ingerir tanta comida después de un ayuno tan prolongado, pero Mikao Usui pudo comer todo sin la menor consecuencia. Ese fue el segundo milagro.

La nieta del posadero padecía un intenso dolor de muelas, que sufría desde días atrás. Mikao Usui aplicó sus manos sobre el rostro hinchado y de inmediato se sintió mejor. Corrió hacia su abuelo y le dijo que ese no era un monje común. Esa sanación fue el tercer milagro del día.

Mikao Usui regresó a su monasterio, pero después de unos días decidió partir hacia la Ciudad de los Mendigos en el suburbio miserable de Kioto, para tratar a los menesterosos y ayudarlos a tener una vida mejor. Permaneció siete años en ese lugar, tratando muchas enfermedades. No obstante, un día advirtió que no cesaban de regresar los mismos rostros conocidos. Cuando les preguntaba la razón por la cual no habían comenzado una nueva vida, le decían que trabajar resultaba algo problemático y que era mejor seguir mendigando.

Mikao Usui se sintió profundamente apenado y lloró. Reconoció que en sus sanaciones había olvidado algo de inmensa importancia: enseñarles gratitud a los mendigos. En aquel momento comprendió que el esfuerzo realizado no sirvió para nada, y que aquellas personas no habían aprendido nada respecto a la responsabilidad y la gratitud.

La importancia del intercambio de energía se hizo patente para el: las personas necesitaban devolver aquello que habían recibido, o la vida carecería de valor para ellos. Fue cuando el Dr. Usui estableció los cinco principios, dejó el trabajo con los mendigos y decidió enseñar a quienes desearan conocer más. Enseñaba a sus discípulos cómo sanarse a ellos mismos y les mostraba los principios de Reiki para ayudarles a alcanzar la armonía de los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual.

Fue condecorado por el emperador del Japón por sus sanaciones y enseñanzas practicadas con ideales amorosos. Antes de fallecer, el 9 de marzo de 1926, otorgó el maestrazgo del conocimiento de Reiki a 16 personas, destacando el Dr. Chujiro Hayashi como su sucesor, entregándole toda la responsabilidad de transmitir y mantener intacta la tradición”.